18.9.04

Friday Night

No sé que estaba pasando en Constitución a eso de las 11:30 p.m., pero lo que haya sido hizo que Lisa perdiera su autobús. A poner a prueba las llantas de la Sonora, saltarme la mediana y a regresar en chinga para tomar la vía alterna de Morones Prieto para ver si todavía podía llegar a tiempo a donde me lo propusiera por más tarde que fuera. No lo logré, pero por lo menos sí convencí al tiquetero de que le cambiara a Lisa su boleto para el autobús de las tres a-eme sin cargo extra. Un SMS: Te apuesto dos caguamas de indio de las ke me debes a ke no vienes al iguanas culo. De: Mudo Cel. Le contesto que me aguante hasta las tres y caigo.

De vuelta a la "fiesta". Tecate. Indio. Shot de tequila. ¿Porqué se empeñan mis amigos en tratar de ponerme pedo? Pase lo que pase, suelo ser the last man standing. No traten de ganarme en esto: tengo practica y peso 110 kilos.

A pesar de que en mi cabeza iba diciendome a mí mismo "vete por Morones, Morones, Morones", mi cuerpo tomó de nuevo Constitución. Nada que temer, el problema había pasado y en 10 minutos estabamos en la Central. Besos, abrazos, que te diviertas y hasta luego. Regresa el 22 para irse el 23 de vuelta a Fort Worth. Le prometí un all nighter por los "mejores" bares, cantinas y stripeaderos de Monterrey, luego un desayuno de tacos mañaneros antes de dejarla sana y salva (aunque algo intoxicada) en el aeropuerto.

Ahora sí al Iguanas, ¿no? Otro SMS: Ya nos corrieron. De: Mudo Cel. Boo hoo. A dormir, pues'n.

Saliendo de la central, orillese a la orilla.

(Dramatización.)

- ¿Tomó algo?
- Sí, dos Indios en una carne asada nada más.
- La Indio es fuerte, aunque usté está grandote. A ver, soplele.
Uh, me va a tener que acompañar a hacer un dictamen.
- No, oficial, se me hace que no. Mejor me voy a mi casa a dormir.
- Ah, entonces se procede diferente. Aunque se me hace que usté quiere irse más tarde a su casa, ya bien mamao y agusto.
- ¡Pos dígame dónde, si ya tienen todo cerrado!
- Sí, pinches operativos... estamos cerrando todo bien tempra. Pues deme doscientos y se va a su casa.
- Me agarra corto de lana, oficial. Alcanzo a juntar cien.
- No, pues eso no le alcanza al Comandante.
- Me hubiera agarrado en quincena.
- No mames, ¡si es 18! ¿Pues que hace con la lana, jovenazo?

(Fin de la dramatización.)
Le dí sus doscientos, me dio la clave para que no me molestaran el resto de la noche y procedí a irme a mi casa mientras el oficial y su comandante procedían a parar a otro incauto que circulaba por ahi. Llegando a la casa, Zucaritas viendo el final de El Último Emperador y a la meme.

Hoy: Viva Cuca en el Café Iguanas.

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