Estaba sentado en mi sala, con un tazón de cereal en la mano y pasando las páginas del periódico con la otra cuando llegaron (casi) todos. Lisa, Montse, Bayo y Rodo. Una parte de la familia Veritas. Lisa es la culpable: regresó a México el miércoles, sólo dos semanas después de haber terminado el rodaje aquí. Ayer fue su cumpleaños, así que nos fuímos a cenar comida oaxaqueña y después al Iguanas. Buen cotorreo con el Bayo, reencuentro con la Deya, el Foni me dice que Skuela de Baile es el 23 de Octubre, lo que significa que ya tengo que ponerme a jalar en algo para Chuy. Regresamos temprano, pero hoy en la mañana ya estaban de nuevo todos en mi sala mientras yo desayunaba Zucaritas en piyamas. Amenazaban con llevarme a ver las grutas de García, pero una afortunada cita de negocios me salvó.
Una prima mía está viviendo también en la casa, de visita desde Mexicali mientras arregla unos asuntos pendientes. Además, su hermano llega (¿llegó?) hoy. También unos tíos de Monclova, con su primogénito, llegaron inesperadamente esta mañana. Lo dicho: sobrecupo familiar. Besos, abrazos, gusto en verlos, etc. Parece navidad. De fondo, Rocío Jurado dice en la tele que tuvo cáncer (pero está bien ahora, gracias por preguntar) y la Fox (el estudio, no la primera dama) amenaza con hacer una película en acción real de Alvin y las ardillas. Gracias, pero no, gracias.
Al rato volvemos a las andadas: carne asada en casa de (agus)Tina con la misma banda -más la Momia- antes de llevar a Lisa a la central de autobuses para que se vala al DeEfe. Mañana si todo va bien, podré descanzar.
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