4.4.05

Sin City: Cine Noir en Pantalla Verde


Cuando Robert Rodriguez escribe Frank Miller's Sin City en la pantalla, no lo hace a la ligera: la película es, literalmente, una transcripción de las novelas gráficas de Miller. Cuadro por cuadro se reconocen -si se ha leído y admirado la obra- las imágenes y letras que Miller plasmó hace años en The Big Fat Kill, The Hard Goodbye y That Yellow Bastard. Y aunque siempre he creído que para que un comic funcione como película hay que sacrificar algunos elementos o meter otros nuevos, en este caso esta transposición del papel a la pantalla funciona muy bien.

El mundo atemporal que Miller creo en papel rompió esquemas en su momento, y creo una estética clásica en blanco y negro (y algún toque de color, usualmente en el rojo de la sangre, el vestido de Goldie o la cama en la que hace el amor con Marv -sin olvidar a aquel bastardo amarillo-) que ha sido referente para el mundo del comic desde entonces. Sus historias estaban inspiradas por las mejores novelas negras, con sus voces en off, sus conductas amorales, sus chicas preciosas dispuestas a hacerlo todo por conseguir lo que quieren y sus coches rápidos (cosas que a Miller le encanta dibujar). La escencia del noir llevada al extremo. Todo esto lo ha tomado Rodriguez para realizar esta película, que desde antes de estrenarse tenía el estatus "de culto" escrito por todas partes.

Si una cosa puede sentirse al ver la película y leer acerca de ella es el amor total de Robert Rodriguez hacia el cine y hacia la fuente. Él es la punta de lanza de esta revolución del cine que vivimos hoy, en la que la pasión y las ganas pueden a veces más que los millones; en la que lo digital es ya una alternativa real a las ataduras que muchas veces vienen con el celuloide. Rodriguez es el hombre orquesta que tiene en su pequeño estudio de Austin, Texas una máquina autosuficiente de hacer películas, con pasión por combustible.

Es inevitable pensar que a partir de ahora la estética en blanco y negro de Sin City se convertirá también en referente para el mundo cinematográfico, y comenzarán a llover los copycats como alguna vez le llovieron a ese clásico que fue Pulp Fiction. Y es curioso, porque estas dos películas tienen más en común que el nombre de Tarantino en los créditos (en esta como "director invitado"): ambas juegan con el tiempo, entrelazando diferentes historias; ambas juegan con la narrativa y la estética noir y pulp; ambas tienen elencos corales que se reparten el protagonismo; y ambas son clásicos que sentarán un precedente, y quizá un "antes" y un "después", aunque en el caso de Sin City quizá sea temprano para afirmarlo.

Precisamente la escena dirigida por Tarantino es quizá uno de los mejores momentos de la película: un intercambio entre Dwight (Clive Owen) y Jackie Boy (Benicio del Toro) en el que QT se divierte con el montaje y un gran diálogo, y en el que también saca mucho provecho a estos dos actorazos. Es también quizá uno de los momentos de la película con más destellos de color, oportuno si se tiene en cuenta que es aquí donde mejor se muestran los personajes y lo que traen dentro.

Porque esa es quizá mi único problema con esta película: se nota (en algunos momentos más que en otros) que los actores hicieron su trabajo en un cuarto verde y nada más. Basin City nunca existió, como nunca existió la granja de los Rourke, los autos en los que intentaban huir o el club en el que bailaba Nancy. Todo ese mundo se creo en una computadora; los actores no tuvieron nada más con que actuar excepto ellos mismos (y en ocasiones ni eso: una escena en la que Marv (Mickey Rourke, en el papel para el que nació) se enfrenta al Cardenal Rourke (Rutger Hauer) se grabó con los dos actores por separado, y con semanas entre cada una de las grabaciones), y eso se refleja un poco en el resultado.

Se puede decir mucho más sobre Sin City, pero ya habrá tiempo de hacerlo cuando se acerque su estreno en México (que parece ser será en Julio). Por ahora sólo queda decir que es una de esas películas que se tienen que ver, y que ya sea que la odien o la adoren, no dejará indiferente a nadie. Yo por lo pronto comienza desde ahora a frotarme las manos en espera del inevitable DVD cargado de extras.

[tags=, , , ]

No hay comentarios.: