30.12.04

Hero



La primera vez que vi Héroe, la película de Zhang Yimou, fue hace más de un año, gracias a un DVD que Daniel Pérez trajo, si mal no recuerdo, de la Comic-con de San Diego. Me enamoré de la película al instante. Cuando terminé de verla (y después de haber repasado de nuevo varias secuencias, como la de Maggie Cheung y Zhang Ziyi entre las hojas) sentí ganas de comentarla en el blog, de hacer que más gente la buscara y disfrutara como yo, pero a falta de palabras lo único que hice fue subir una fotografía de la película (desde entonces ha desaparecido, pero si mal no recuerdo era una de Tony Leung y Maggie Cheung en el lago en el que sus personajes se conocen). No necesitaba nada más; esa imagen (como muchas otras de la película) hablaba por si sola de la belleza y la armonía que encontré en Héroe.

Comprendo hasta cierto grado que esta sea una película que polarice las opiniones. Muchos irán a ver un festival de sangre recomendado por Quentin Tarantino y se encontrarán con un intenso drama que mezcla lo épico y lo histórico con lo romántico, una historia de grandes silencios. Pero en mi opinión lo que ha logrado Zhang Yimou es uno de los documentos cinematográficos de más perfección, en donde todos los elementos encajan (las imágenes, el sonido, la música, la historia, las actuaciones) sin dejar hueco alguno para la crítica.

Héroe estuvo siempre planeada para el éxito. Es la producción más cara y ambiciosa de la historia del cine chino, sin duda "inspirada" por el éxito internacional del Crouching Toger, Hidden Dragon de Ang Lee. Yimou, que siempre había realizado trabajos más intimistas y de menor escala en cuanto a producción se refiere, no parece haberse limitado en nada; es más, lleva la experiencia cinematográfica al extremo, creando una gran armonía entre la poesía de las artes marciales, el diseño de sonido (que, junto con la música, es espectacular), una historia épica que recuerda en su narración al Rashomon de Kurosawa, dotando a cada versión de un único enfoque visual, y que trata con igual maestria los momentos intimistas (la historia de amor entre Espada Rota y Nieve Voladora) que las batallas épicas (como el comienzo de la película, con el ejército del Rey Qin en todo su esplendor).

Además de la presencia de Kurosawa, se percibe en la película otra presencia, quizá más discreta pero igual de poderosa: la del director Wong Kar-Wai. ¿Pueden dejar de pensar en In the Mood for Love o 2046 cuando ven esos geniales momentos entre Tony Leung y Maggie Cheung, fotografiados magistralmente por Christopher Doyle?

Quizá sea cliché mencionarlo, pero sin duda Héroe se ha hecho un lugar en la historia como un clásico instantáneo.

[tags=, , ]

No hay comentarios.: