Días de güeva. Pasó lo peor con las primeras dos semanas. Locaciones nuevas todos los días, con dos o tres company moves al día. Ahora desde el miércoles estamos en la misma (y tranquila) locación. Yo le entré un poco como "Damage Control", así que llevo varios días trabajando desde la oficina de producción, donde la cosa ha estado más movida que en el set. Situaciones con los actores, trabajando los props y efectos para las últimas semanas y preparando el terreno para la semana de rodaje en Texas (a la que, si soy totalmente sincero, no estoy del todo seguro de querer ir).
La segunda semana fue pesadísima. Entré de emergencia a cerrar locaciones en el último minuto -con un megarush incluído, al enterarnos un día antes de que una locación no estaba segura-, además de tener que lidiar con problemas de producción que vienen de raíz (y de lo más alto) que llevamos arrastrando y con los que inevitablemente tendremos que vivir durante lo que queda de rodaje. El fin de semana pasado -a pesar de que no se rodó en sábado- fue igualmente pesado, y ni el haber podido dormir mis ocho horas el domingo evito que me fuera casi imposible levantarme el lunes. La falta de motivación pesa más que cualquier losa.
Con estos días fuera del set (que te envuelve totalmente) he tenido oportunidad de volver a pensar en mis proyectos personales-- cine y cómics. Este año no he tenido tiempo casi ni de respirar, y entre este proyecto y el próximo que tengo como "work for hire" quiero avanzar y concretar tantos proyectos como sea posible. Hay mucha gente talentosa con la que quiero colaborar, ideas que llevan años gestándose en mi cabeza de las que quier deshacerme de una vez por todas y muchos proyectos a medio cocer que se merecen salir y ser libres.
Pocas Pulgas va a continuar, y ya comenzamos a trabajar Jaime Martínez, Uriel Durán, Ricardo Llarena y yo para hacer que la espera valga la pena. Estoy considerando también el regreso de Lugo con Salvador "El Mudo" Vázquez; tenemos la idea general del regreso y comenzamos a esbozarlo todo para que esté listo el próximo año. No creo que sea lo que muchos se esperan. También trabajo en varios proyectos de cómic, algunos cortos y otros largos. Aún no he hablado con dibujantes -lo haré cuando los guiones estén terminados-, pero sé quienes quiero como colaboradores, algunos viejos conocidos y otros nuevos talentos.
No he avanzado casi nada en el desarrollo de mi largometraje, aunque varias piezas han ido enbonando solas durante las útimas semanas. De nuevo parece que la fecha se recorre, por razones personales y profesionales. Es preciso que en él esté la gente que tiene que estar. Sin embargo -y aunque no dejo de pensar en él-, en las útimas semanas mi pensamiento se ha centrado en el cortometraje. Nunca he sido bueno para escribir historias cortas-- mis personajes o situaciones siempre quieren más, y cuando menos me lo espero ya he pasado el punto en el que el corto deja de serlo. Esta vez tengo varias historias que quiero hacer, y es otra cosa que quiero explorar en el futuro cercano.
Una de esas historias ocupaba mi mente estos días, y justo el viernes pude ver -por fin- Eternal Sunshine of the Spotless Mind, una película preciosa que trata del amor, los recuerdos y la individualidad, justo los temas en los que pensaba al escribir ese guión. Eternal Sunshine puede parecer un laberinto, pero véanlo detenidamente y con distancia y es una historia clara y directa. El centro es el de los sentimientos, y el laberinto crece a partir de ahi por lo que todos los caminos llevan a él. Amor, pertenencia, identidad. La película toca todas las notas correctas al hablar de las relaciones de pareja.
15.8.04
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario