Un par de días antes de que tomara el avión que me trajo de regreso a Monterrey desde Madrid, mi esposa me dio la "buena" noticia de que poco más de 48 horas de pisar tierra regiomontana estaría de nuevo abordando un avión, esta vez para regresar (por tercera vez este año) a la ciudad de México. La verdad es que el viaje no estará nada mal: vamos como participantes de un seminario de producción bastante interesante, y además me dará oportunidad de tratar algunos temas de trabajo que tengo por ahí pendientes. Pero la friega que me estoy acomodando está pasando factura-- ya me quiero ver el próximo fin de semana cuando regresa a Monterrey. Aunque también soy firme creyente en la leyenda que dice que "ya dormiré cuando me muera", y en este momento mejor aprovechar todo lo posible.
Ayer: Mudo Party. Estuve sólo un rato, pero estuvo bastante bien. Banda rockera, comiquera, futbolera y la raza. Ahi estuvieron el Chuy Arriaga -el mero mero Inspector-, Dannyboy Pérez -dibujante de cómics-, el Caballo Negro y señora, entre otros. Le dí su regalito al Mudo y parece que le gustó.
Regreso a Monterrey el viernes (a tiempo para ver Kill Bill Vol. 2). Seguramente hasta entonces no podré volver a bloguear con la regularidad acostumbrada. Si están en el Deefe, nos vemos por allá (ya saben, mandenme un mail o llámenme al (81) 2547883).
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