Carlos García Campillo

Han pasado muchas cosas en estos seis días, así que vamonos por partes...

La marcha zapatista continuo, y por fin ayer llegó al D.F., despertando un interés increíble entre toda la gente de México y a nivel mundial. Es incríble el alboroto que se ha levantado. Supongo que las palabras del Subcomandante Marcos representan lo que mucha gente piensa pero poca se atreve a decir. Incluye demandas contra el gobierno, contra al injusticia, etc. La desesperación de un mundo en el que los pobres son cada vez más pobre y los ricosa cada vez más ricos. Lo que salga de esto está por verse. Sigue politiquería, y finalmente si se llega a algo el Sub se quitará la máscara y se habrá desvanecido. ¿Estará detrás Sebastian Guillén Vicente o habrá alguna otra sorpresa?

Muchos critican ese carisma del Sub. Sus palabras que hasta ahora son más contundentes que sus acciones. Estamos ante un líder que representa -al menos por ahora- todo por lo que el Che Guevara luchaba. La desesperación de los pueblos indigenas, no sólo de México, sino de toda Latinoamerica. ¿Estará Marcos dispuesto también a morir de pie por lo que cree? ¿O se someterá a las negociaciones de la política? Ya veremos.

Claro que el EZLN tiene muchos críticos. La mayoría son personas a las que no les conviene un cambio, otros sólo están acostumbrados al sistema o rechazan este tipo de causas. 'Bandoleros desharrapados'. Ya en 1910 Zapata y Villa recibieron piropos similares.

Los descendientes de Emiliano Zapata no están tan contentos con Marcos. 'Marcos es un pendejo' según Emiliano Zapata, el nieto de máximo revolucionario. Incluso una sobrina de Zapata dijo que Marcos 'es un puro pendejo. Mi tío era fuerte, sin capuchas, no un chingón, ni un vendido'.

Todo esto está por verse.

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El sábado fuí con Lesslye a ver la película '15 Minutes' de John Herzfeld. Muchos sentimientos encontrados. Justo al terminar la función, lo único que pude hacer fue dar las gracias a todos los dioses del olimpo y salir de ahi lo más rápido posible. Parece que durara media hora más de lo necesario. Está -pa mi gusto- llena de escenas de violencia gratuita y de situaciones bastante desagradables (y que conste que yo soy difícil de impresionar) y simplemente me dejo un mal sabor de boca. Quizá sea porque presenta situaciones difíciles, se atreve a salirse de los parámetros convencionales y mostrar las cosas tan desagradables como son. Aquí es donde entra mi conflicto. ¿Debo de darle el mérito de haberme hecho sentir algo? Siempre he dicho que cualquier producto de entretenimiento que te haga sentir y pensar sobre algo -risa, tristeza, reflexión, etc.- vale la pena... ¿porqué no estoy tan seguro con esta película?

En fin, vayan a verla y decídanlo por ustedes mismos.