In a world where the dead are returning to life,George A. Romero es un director de contrastes: por una parte es un director cuyo estilo parece que se ha quedado estancado en los 70's y 80's. Su terror (especialmente en sus diálogos y su montaje) suele tener ese tufillo a ingeniudad que tenían las películas clásicas de aquellos años (y sobre todo de los 80's), y que hoy ha sido reemplazado por la falsa sofisticación de la generación post-MTV (o la "generación de la gratificación instantánea", como me gusta llamarla a mí). Pero por otro lado, con Land of the Dead ha hecho una película que funciona en muchísimos niveles: primero, cumple en entretener y dar algunos sustos. Además revitaliza un subgénero (el de zombies) que, como bien dijo Aaron Soto en su reseña, se había convertido en una broma. Y quizá lo más importante: continúa con una serie de películas que utilizan el horror como metáfora para reflejar (y criticar) la condición humana y el estado del mundo, haciéndolo de manera mordaz y no intrusiva, existiendo para cualquiera que esté dispuesto a hacer varias lecturas de una película (de zombies), pero sin estorbar a aquel que sólo quiere pasar un buen rato y ver un poco de sangre y tripas.
the word "trouble" has lost its meaning.
Y en esa sangre y tripas está otro gran logro de Romero: esta es la película más sangrienta que he visto en mucho tiempo en una sala comercial. Los zombies de Nicotero está muy bien logrados, con algunos personajes novedosos y muertes muy ingeniosas; no se puede pedir más de una película de horror. La estructura de producción independiente que el director ha seguido durante toda su carrera (haciendo películas de bajo presupuesto y trabajando sin dejar de residir en Pittsburgh) rinde frutos al brindar una película de horror sin contemplaciones, sin miedo a mostrar, aunque sin llegar a los niveles de "gore" de las clásicas Night of the Living Dead y Dawn of the Dead. Land of the Dead costó unos 18 millones de dólares, lo que hace que pueda pasar por debajo del radar de muchos, sin miedo a demasiadas restricciones. Lamentablemente en la taquilla de Estados Unidos apenas llegó a los 20 millones, victima de una extraña decisión de programación, pero sin duda encontrará más adeptos fuera de EEUU y una vez que llegue a DVD.
El subtexto de la película (de nuevo, no muy sútil) sigue tratando sobre las desigualdades y la discriminación. Si en Night se criticaba al racismo y en Dawn al comercialismo, en Land parece que el objetivo primordial es la desigualdad entre ricos y pobres. Pero no se queda ahí: además refleja a la perfección la paranoia que se vive en la epoca Bush post 9-11, donde Dios parece estar sólo del lado de unos y el maniqueísmo está a la orden del día. El dinero y el poder militar quizá no sean suficientes para aguantar una situación que se hace insostenible.
Simon Baker, John Leguizamo, Dennis Hopper, Asia Argento y Robert Joy le sacan provecho a sus personajes, caricaturas pintadas con brocha gorda pero que cumplen el propósito de hacer avanzar la historia. Hopper (como el villano, "Kaufman"), Argento (siempre fuerte en pantalla) y Joy (uno de esos secundarios de trayectoria) son quizá quienes tienen los mejores momentos, pero es un zombie quien les roba la película: Eugene Clark, a.k.a. "Big Daddy" es el personaje más memorable de la película, un zombie con profundidad en la mirada y cuyas pausadas acciones gritan las intenciones de Romero en esta historia. Si Romero planea continuar con la saga como lo ha hecho saber en algunas entrevistas, quizá sería interesante seguir los pasos de "Big Daddy" en la nueva evolución del zombi, o al menos explorar este aspecto, cambiando el enfoque del opresor al oprimido (cosa que ya se pudo sentir un poco en esta película). Son casi 40 años desde que Romero "creara" el cine de zombies con Night of the Living Dead, y de ahi a Land of the Dead se puede ver el desarrollo de su mundo de ficción con una continuidad lógica y coherente que podría llenar varias películas más.
[tags=George A. Romero, zombies]
No hay comentarios.:
Publicar un comentario