No crean que es descabellado cuando les dicen o leen que cuando uno se mete de lleno al rodaje de un producto audiovisual pierde totalmente la noción del tiempo y de lo que lo rodea. Es verdad. Terminas y sales desorientado, sin sabier bien qué hacer. Y aunque te duele el cuerpo, te arden los ojos, tienes el sistema digestivo hecho un caos y te faltan bastantes horas de sueño, no pasa mucho antes de que lo extrañes.
Ayer estuve en el Centro Cultural Plaza Fátima en la inauguración de Condición Humana, exposición de la fotografía de Pedro Brenner. Pedro es un buen amigo, un gran fotografo y un gran de director de cine y video. Si están en Monterrey o lo visitan dentro de las próximas dos semanas les recomiendo ampliamente que visiten su exposición.
Leí la versión casi-final de El Arsenal, de Salvador "Mudo" Vázquez y Daniel Pérez, y traducido al spanglish por un servidor. Es un monstruo de comic, sincero, sin piedad, sin filtro. A pesar de haber leído el guión y el comic en cientos de ocasiones desde su concepción, me carcajee en voz alta en al menos dos secuencias. El Arsenal está destinado a ser un comic de culto.
El domingo pasado viví una de las experiencias de producción más satisfactorias de mi carrera. Todo salió como un reloj, terminamos 20 minutos antes de tiempo, el crew al completo terminó contento y satisfecho, y -lo mejor de todo- el director tuvo todo lo que quería y terminó con una sonrisa gigante en el rostro. Aún más mérito se merece esa producción si se toma en cuenta que el 95% de la gente que participó son estudiantes, y muy (muy) jóvenes.
La segunda parte es la próxima semana. Dos días más de rodaje, con buenos actores, profesionales con buena trayectoria. Ya contaré los pormenosres. Pero si sigue así, esto va a salir muy bien.
Y terminando ese rodaje (con el crew indispensable, poco dinero, etc.) pasamos a uno aún de menor presupuesto, menos crew y más exigente. De lunes a miércoles hicimos un cortometraje y estoy muy contento con los resultados. Tuve la ayuda de colaboradores muy talentosos, y los que se pondrán a trabajar a partir de ahora en la edición y la música no se quedan atrás. El miércoles, poco después de las tres de la tarde, gritábamos el "it's a wrap!" y apenas hoy comienzo a regresar al mundo de los vivos.
Desde hace casi un mes que no leo, casi no veo cine y no me entero ni de las noticias. Pero sí ví Million Dollar Baby. Un clásico instantáneo, y la mejor de Eastwood desde Unforgiven.
Pronto, más.
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