21.3.04

Pasión

¡Oh, no eres tú mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
a este Jesús del madero
sino al que anduvo en la mar!


J. M. Serrat. La Saeta.

La Pasión de Cristo de Mel Gibson es estupenda tecnicamente, y me quito el sombrero ante la pasión que Gibson y el equipo demostraron para lograr hacerla, pero creo que aunque la intención haya sido buena, el resultado es fallido, y no sólo eso, sino que es una evidencia de todo lo que creo está mal en esa religión.

Como espectador la película no logra atrapar. No podemos ser tan ilusos como para pensar que todo el público que entre a verla va a tener la información necesaria para sacarle sentido a la historia en su contexto histórico y teológico, y por lo tanto creo que el guión no logra redondear la historia ni darle interés a lo que es basicamente una secuencia de hora y media de tortura y muerte.

Ahora, en cuanto al aspecto religioso, la película no transmite nunca lo más escencial que es el amor, la libertad y la tolerancia y en su lugar decide utilizar la carta que la iglesia ha usado durante años para favorecer sus corruptos intereses: la culpa. Es un vehículo de autoflagelación de dos horas de duración del que, en mi opinión, no se puede sacar nada positivo. La cita que escoge Gibson para abrir la película dice todo acerca de lo que está por venir, y pone muy en claro sus intenciones al contar la historia. Al final no es más que un panfleto efectista que perpetua los rasgos negativos de una religión que aunque bien intencionada en escencia, ha causado más daño que bienestar al mundo.

Y acerca de la polémica, no hay nada que decir. Ni siquiera debería de existir.

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