Esta vez sí se pasó Robert Rodríguez. Once Upon a Time in Mexico es, lamentablemente, un desastre sin piés ni cabeza. Supongo yo que el problema viene de raíz en esta película: Rodriguez de entrada se propuso a hacer una película épica, un homenaje a Sergio Leone como lo indica el título, y falló estrepitosamente en el intento. No es fácil seguir los pasos de un maestro como Leone, quien con una facilidad pasmosa lograba reunir elementos de intimidad y rivalidad personal con situaciones épicas e históricas. Esa es la marca de un maestro, y parece que a Rodríguez todavía le falta algo de eso. Y que conste, me considero un admirador del su trabajo. Pero algo como esto no se puede dejar pasar; es de esas películas con las que te llevas las manos a la cabeza, preguntándote una y otra vez "¿Por qué? ¿Cómo pudo salir tan mal?".
Por alguna razón me recordó mucho a otro director cuyo trabajo admiro, Alex de la Iglesia, quien en algunas de sus películas tienen también una tendencia a lo épico y quien también ha fallado en (casi) todos los intentos de lograr que esto funcione.
En cuanto a la película en sí, creo que ni vale la pena hablar de la historia o lo que pasa. Lo único interesante es el elenco (Dafoe, Rourke, Banderas, Hayek, Mendes, Depp, Blades) y aspectos técnicos, como la fotografía del mismo Rodríguez en alta definición y la agilidad de la producción. Pero de ahi en fuera, nada.
Y Rodríguez debe de ser a toda madre, porque a pesar de todo todos los actores regresarían a trabajar con él sin pensarlo dos veces. Me lo dijo Rubén Blades hace un año, y el propio Johnny Depp (cuya carrera me fascina) mencionó en una entrevista que al terminar sus escenas trató de convencer al director de que escribiera más secuencias para su personaje... no se quería ir.
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