No tiene caso defender lo indefendible, por más que haya querido que me gustara esta película. The League of Extraordinary Gentlemen es una colección de todo lo que está mal con Hollywood; una serie de efectos especiales sin alma, de actuaciones sin rumbo. Es la corrupción más implacable de una buena idea a favor de los intereses de un grupo de productores que obviamente no tienen respecto alguno por los espectadores de su producto.
Por si quedaba duda: no me gustó The League of Extraordinary Gentlemen.
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