No es tan sorprendente que el debút como director de George Clooney en Confessions of a Dangerous Mind sea tan bueno. Él ya ha mostrado ser inteligente y arriesgado en su elección de papeles y en sus entrevistas se muestra como alguien que ama al cine y que está dispuesto a tomar riesgos por él.
En todos estos sentidos Clooney cumple con esta película, basada en la "autobiografía no autorizada" de Chuck Barris, una "historia real" que ni él se cree en la que el exitoso productor de televisión (creador de The Dating Game y The Gong Show, entre otros) es reclutado por la CIA para asesinar en nombre del gobierno de los Estados Unidos.
Tanto la historia como la ejecución me recordaron mucho a Auto Focus, de Paul Schrader; en ambas una estrella de la televisión vive una doble vida (en la película de Schrader el sujeto es Bob Crane, estrella de Hogan's Heroes), y en ambas también el estilo de la película complementa perfectamente a la histora y a las obsesiones y locuras de los protagonistas.
Sam Rockwell ganó un premio por su actuación en esta película en la Berlinale, y la verdad es que hace un gran trabajo con el personaje, capturando perfectamente la locura y volatilidad de Barris. Con él están Drew Barrymore, el propio George Clooney y Julia Roberts, entre otros (busquen un par de cameos interesantes por ahí).
Creo que Confessions of a Dangerous Mind puede ser el comienzo de una muy buena carrera como director para George Clooney.
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