Pisamos Monterrey y a pesar del calorón (estaba más fresco Mexicali, canyoufuckin'believeit?) fue instantáneo el sentimiento de liberación. Sentía la espalda como una piedra; después de más de un mes en Mexicali era ya necesario volver a tener una rutina, volver al trabajo, poner la cabeza en otras cosas... y ni que decir de dormir en una cama. Pues de regreso a Monterrey y de regreso (de una u otra manera) a todo eso.
Hay mucho por hacer, muchos pendiente; lo primero será volver a arreglar nuestro espacio (después de un año mi cuarto y el de mi hermano han pasado a ser un poco el almacén de todos en la casa) y trabajar en los proyectos pendientes. Si todo va bien este verano pueden salir cosas muy interesantes en Monterrey, además de lo que pueda salir en Madrid-- todavía no renuncio a la idea de regresar, aunque a su debido tiempo se verán los pros y los contras de cada situación.
Por lo pronto la situación en Mexicali y un catarro argentino importado por mi señor padre (veremos como evoluciona, a ver si no es SARS) ya me han hecho perder mucho tiempo y perder también las esperanzas de una convocatoria que se cierra este viernes y me interesaba mucho. No importa, siempre hay trabajo por hacer.
A arrancar de cero, tirar los lastres... to the motherfuckin' moon!
13.5.03
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