28.2.03

Febrero 2003

Otro mes más que se pasa volando. En lo personal, muchos movimientos, golpes, obstáculos... sin duda vienen meses difíciles, con cambios, y al final veremos cómo queda todo. En cuanto a trabajo, ha habido avances en un par de proyectos de cómic; hace unos días recibí las primeras páginas de uno de estos proyectos, preciosas, aunque sólo bocetos de lo que serán. En cuanto este már armado haré los anuncios pertinentes, mientras tanto, silencio y prudencia. Hay otro proyecto -no de cómics- que estoy trabajando para concretar, aunque la verdad es que cuestiones personales me ponen difícil el concentrarme estos días. De nuevo, hasta que no sea seguro, guardo un prudente silencio.

La cosecha de cine para este mes incluyó algunas grandes películas, mucho cine español y algunas curiosidades. A destacar:

Ciudade de Deus (Mireilles, 2002): Ya hablé de ella en detalle.

La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón (Fesser, 2003): También he hablado de ella antes. La buena noticia es que parece que ya se ha firmado un acuerdo para distribuirla en México, a ver cómo se recibe allá.

Gods and Monsters (Condon, 1998): Se me había pasado ver esta pequeña joya de arte, una excelente película sobre los últimos días de James Whale, director de clásicos como Frankenstein y Bride of Frankenstein. Un excelente guión y una actuación soberbia de Ian McKellen.

Solaris (Soderbergh, 2003): No voy a compararla ni con la obra maestra de Tarkovsky ni con la novela de Lem; la Solaris de Soderbergh sufrirá muchas pedradas por los que la comparan con esas dos obras, y será injustamente, en mi opinión. Soderberg ha logrado crear una excelente película en todos los aspectos, que sin duda será más valorada en el futuro. A destacar la madura actuación de Clooney, que cada vez más deja atrás su estela de sex symbol y flavor of the month para consolidarse como uno de las figuras más interesantes de Hollywood y del cine actual.

Marnie (Hitchcock, 1964): A pesar de ser seguidor de Hitchcock, nunca había podido ver esta película. No es de sus mejores películas, pero tiene algunos puntos interesantes, además del atractivo de tener a Sean Connery en el reparto. (En una secuencia, Connery trata de encontrar el motivo de la locura de Marnie en un libro que tengo que encontrar: Aberraciones Sexuales de las Mujeres Criminales.)

Autofocus (Schrader, 2002): Como mucho del cine de Schrader, Autofocus viaja por las dos caras de un personaje que vive dos vidas. En esta ocasión el resultado no es tan impactante como en Taxi Driver, pero tiene un buen nivel, sobre todo por las grandes actuaciones de Greg Kinnear y Willem Dafoe.

The Hours (Daldry, 2002): Una buena película, aunque quizá abuse del sentimentalismo y la manipulación del público. Sin duda son grandes las tres actrices principales, sobre todo Nicole Kidman, que brilla como Virginia Woolf. Pero también es un crimen que se olvide en favor de ellas al mejor, por mucho, de la película, Ed Harris.

Frida (Taymor, 2002): Por fin la vi. No se me hizo ni tan buena ni tan mala como he leído y escuchado por ahi. Sin duda dista mucho de ser una obra maestra, y la verdad es que la actuación de Salma Hayek está muy sobrevalorada; por bien que se haya hecho la caracterización, a su Frida le falta fuerza. Como era de esperarse, la dirección de Taymor logra imágenes realmente hermosas y secuencias muy bien construidas; hace un gran equipo con el fotografo Rodrigo Prieto. Dos detalles: a favor, la gran secuencia del baile entre Frida y Tina Modotti, uno de los momentos más eróticos que he visto en el cine en algún tiempo. En contra, que esté hablada en inglés con acento mexicano; el pretexto de las "presiones comerciales" no sirve.

Además, vi El Cielo Abierto (Albadalejo, 2000), Smoking Room (Gual, Wallowitz, 2002), El Portero (Suárez, 2000), Anita no Pierde el Tren (Pons, 2001), Atraco a las Tres (Forqué, 1962), Asesinato en Febrero (Ortega, 2001) y Dark Water (Nakata, 2002).

Y en cuanto a lecturas, los cuentos de La Máquina de Follar de Bukowsky; Otra Vez, el diario del segundo viaje del Che por Latinoamerica, más blando que el primero pero con algunos buenos momentos; el clásico The Catcher in the Rye de Salinger, el libro que a más locos ha inspirado en Estados Unidos; Retornamos como Sombras, de Taibo II, gran mezcla de novela negra con fantasía y datos históricos, con una joya por página; y ya al final, Huesos en el Desierto, un documento deprimente pero necesario sobre los caso de las "muertas de Juárez", una investigación muy necesaria y también muy valiente de Sergio González Rodríguez.

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