8.10.02

En lugar de prohibir, formar públicos críticos: Bustos Romero

Nota de Oscar Enrique Ornelas publicada en la Sección Cultural de El Financiero el Martes, 8 de octubre de 2002.

Algunos pedazos de la nota:

"Parientes lejanas y menos creativas de las célebres Biblias de Tijuana, las publicaciones semi y pornográficas que circulan en los puestos de revistas de todo México, generalmente sin registro oficial, alcanzaron fama gracias a unas declaraciones chistosas del secretario de Hacienda. Pero ni la autoridad misma sabe cuántas son, cuál es su tiraje y qué grupos de población las consumen."

"Las publicaciones mexicanas de ahora no alcanzan el grado de creatividad de las Biblias (¡hay que imaginarse a los políticos del PAN, PRI o PRD en situaciones porno!), aunque el dibujo llega a ser muy bueno en algunos casos."

"Teóricamente, esas revistas deberían estar prohibidas, puesto que México es signatario de la Convención para Reprimir la Circulación y el Tráfico de Publicaciones Obscenas (...)"

"Presentes en múltiples puntos de venta del país, no está claro que los cómics porno sean tan favorecidos por los lectores como piensa Paco Gil, aunque pueden ser buen negocio (su producción cuesta unos 60 centavos por unidad). Los datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), para mencionar una fuente oficial, no validan las afirmaciones del titular de Hacienda. En el año 2000, el valor de la producción de las historietas, donde entran las publicaciones que Gil Díaz llama semipornográficas, ascendió a 434 millones 233 mil pesos contra el valor del resto de las revistas que fue de 1 billón 69 millones 601 mil pesos, y donde ocupan un lugar importante las dedicadas al hogar: 390 millones 878 mil pesos. En cuanto a los datos de la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Segob (en adelante la Comisión), se puede mencionar que entre enero y junio de este año, el organismo realizó 151 dictámenes sobre revistas nacionales, de los cuales sólo diez eran de sexo, cinco de historietas para adultos y uno de "temas extraños", cualquier cosa que eso signifique. Los demás se distribuyen entre distintos géneros, predominando las revistas de interés general. Sobre las revistas extranjeras de tipo sexual la Comisión no nos proporcionó datos."

"Una carta a la sección de correspondencia de la Revista del Consumidor desató una avalancha de e-mails dirigidos al asesor jurídico de la Comisión. Una lectora se quejaba de la venta de cómics porno en los puestos. Los editores de la revista de la Profeco sugirieron el envío de un correo electrónico al mencionado funcionario. Pero en entrevista con EL FINANCIERO, García Flores, secretario técnico de la Comisión, un periodista que trabajó en Guanajuato con Fox, piensa que no hay que prohibir sino regular. "En este país se ha prohibido demasiado y todo existe", afirma. "Se trata de que los contenidos sean clasificados como lo hace Radio Televisión y Cinematografía (RTC) con las películas." Así, por ejemplo, en virtud de un acuerdo del pleno de la Comisión que será publicado en el Diario Oficial de la Federación, las revistas deberán especificar en su portada si son para adultos, si tienen un alto contenido de violencia y, en su caso, los editores estarán obligados a venderlas dentro de bolsas de plástico opaca."

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