Aunque ya no hay obras DENTRO de nuestro piso, desde hace seis semanas están trabajando en el edificio que queda justo frente a nosotros. Ese edificio es incluso más viejo que en el que vivímos, que ya de por sí tiene unos 160 años.
Justo unos días antes de que nos mudáramos para aca aparecieron grandes gritas en las paredes y desalojaron inmediatamente las oficinas (de Hacienda, pa' acabarla); unas semanas después, comenzaron a trabajar. Es un grupo de trabajadores que están practicamente destruyendo el edificio para construir después casi de cero. Comienzan a las ocho de la mañana con los martillos y taladradoras, paran para comer una hora a mediodía, y siguen hasta las ocho de la noche.
NO SE CALLAN EN TODO EL DÍA. El ruido muchas veces parece que saliera de la habitación contigua al dormitorio. Todo está lleno de una fina capa de polvo blanco que no importa cuantas veces limpies sigue ahi. Hasta Don Hilarión, nuestro gato, sale perjudicado, ya que al intentar lavarse se llena la boca de ese polvo que le cubre el pelo.
Hoy, además, nos demostraron sus dotes para el canto. Uno de los trabajadores resulto ser todo un artísta, la reencarnación de Juanito Valderráma (si no saben quién es, hagan una búsqueda en Google.com). Cantando toda la mañana. "Deeeeja que te cuente un lindo cueeeeeentoooo, para que te vaaaaayas a dooooormiiiiiiiir", era el pegajoso estribillo de la canción del momento. "DEJA QUE TE PEGUE UNA HOSTÍA, PARA QUE TE CALLES EL HOCICO" fue la elocuente respuesta de Lesslye.
25.7.02
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